A continuación, la entrevista que le concedió a nuestro columnista Alejandro Szwarcman para Tocá Tangó.
A.S.: Tus virtudes como intérprete sorprendieron a más de un desprevenido que no te conocía. A pesar que en tu primer CD parecías responder más a una línea tradicional del repertorio tanguero, en tu segundo trabajo “Tango Varón” exhibís una postura más audaz arriesgándote con algunas obras inéditas . ¿Cambió tu mirada del género o ya existía en vos una intención renovadora que recién ahora podés materializar?.
Sandra Luna: No, esa mirada ya existía. Imaginate que ya en 1985 cuando casi nadie se atrevía a cantar obras nuevas – y menos en el exterior -, yo estrenaba en Japón “Y ahora qué haré”, un tango de José Colángelo y Oscar Fresedo. Además, en mi primer CD “Tangos del alma” también grabé temas nuevos como “Lágrimas Fingidas”, “Le Di Mi Amor A Cualquiera” o “Si Te Vas”, y otros como “Cariño” y “No nos veremos más” que estaban guardados en el baúl de los recuerdos. Tal vez es cierto que esos títulos no tienen la difusión que tienen los temas tradicionales, pero esa es una elección de los programadores o de los difusores, y contra eso nada puedo hacer.
A.S.: Eso es verdad…Y además es algo que padecemos los autores actuales. En ese sentido, ¿no te asusta tomar esos riesgos a la hora de grabar tangos nuevos?
S.L: De ninguna manera. Además yo creo que el tango es como un gran álbum de fotos familiares. A veces abrimos la página en donde están las imágenes de un pasado añorado y querido y otras veces tenemos frente a nosotros la fotografía del presente. No me gusta ser excluyente, ni hacia atrás ni hacia adelante. Creo en la continuidad del género…
A.S.: Teniendo un contrato con un sello europeo, ¿qué motivó tu decisión de pegar la vuelta?
S.L.: La verdad es que nunca tuve la idea de irme para toda la vida. Además te cuento que el contrato con el sello surgió cuando estaba realizando una gira por Holanda y Bélgica . Para ese entonces ya había regresado a Buenos Aires con la intención de quedarme a vivir. Aunque en realidad, te soy sincera, siempre que me iba sentía que mi alma se quedaba acá. Y ese es un sentimiento que pesa a la hora de viajar.
A.S: Entonces no debe ser nada fácil eso de andar yendo y viniendo…
S.L: No, no es fácil… Pero eso de ir y venir como vos decís es muy lindo y por demás emocionante, sobre todo cuando pisás el escenario y te das cuenta que estás representando a tu país y a los tuyos, y que además está la responsabilidad de dejarlos bien parados .Porque por más que le pese a más de uno, fuera de la Argentina el tango nos representa a todos… Pero en definitiva es verdad que no es fácil. Por eso en cuanto a los verbos que mencionás me gusta más eso de “andar viniendo”.
A.S: Lo cierto es que mucho antes que tu carrera tomara ese rumbo ya habías transitado desde muy chica por todos los lugares posibles y necesarios como para hacer escuela en el tango. Inclusive llegaste a ser cantante de la Orquesta de Mariano Mores. ¿Cómo fue que llegaste a integrar el “clan” y que te dejó esa experiencia?
S.L.: Es que todas las experiencias fueron importantes y no reniego de ninguna. Desde haber sido, cuando apenas era una adolescente parte de “Grandes Valores”, hasta haber tenido el honor de llegar a la orquesta de Mores. Esto último fue sin ninguna duda y como vos decís, toda una escuela…
A.S.: Por si fuera poco, hace sólo unos días ni más ni menos que Daniel Barenboim quedó deslumbrado escuchándote y se que tuvo palabras muy elogiosas para con vos. ¿Cómo se dio ese encuentro?
S.L: Se dio en el marco de una serie de shows que estoy haciendo los jueves en “La Estancia” de Lavalle al 900. Fue todo un honor que él estuviera allí con los integrantes de su orquesta internacional. Cuando terminó el recital se acercó muy emocionado a felicitarme y charlamos un poco de música y lógicamente de tango…
A.S.: Notable…
S.L.: Si, muy halagador…
A.S.: Para cuando este número de “Tocá Tangó” esté en la calle vos vas a estar participando de un festival muy importante en Bilbao, España. Contanos algo de esa presentación.
S.L: Ese concierto será muy especial….Me acompañarán músicos que suelen tocar conmigo: Daniel Pucci en cello, Pocho Palmer en bandoneón y José Ogivieki en piano. Se sumarán a ellos para acompañarme La Orquesta de Mujeres de Bilbao y el violinista argentino Pablo Zapico Artau como violín solista. Será un concierto al aire libre en La Plaza Nueva de Bilbao y haré el cierre del festival más importante que tiene esa ciudad en el año.
A.S.: Eso desde ya, será todo un acontecimiento. Pero en la carrera que desarrollás en el exterior es algo que se da con frecuencia…Quisiera saber sin embargo, si tenés propuestas de trabajo en nuestro país.
S.L.: Como te contaba antes y gracias a un gran amigo, Avelino Fernández, estoy haciendo “La Estancia” todos los jueves. Por suerte, debido a la nominación del Grammy y la difusión de “Tango Varón” surgieron algunas propuestas de trabajo aquí en mi país. Veremos cuál de ellas se concreta.
A.S: Ojalá que todas…
S.L.: Ojalá.
Mate por medio y muy cordialmente la charla continuó unos minutos más.
Cuando la tarde se desangró con su último resplandor y el sol dijo basta, nos fuimos de la casa de Sandra Luna con la sensación de haber estado, no sólo con una cantante de singulares características, sino también de profundos conceptos estéticos.
Tanto en el caso de Sandra, como en el de tantos otros, el tiempo dirá si somos merecedores del tango y de nuestros mejores artistas que, ocultos detrás de la brumosa chatura general, construyen a la par de su carrera la gran historia del género.
“Tocá Tangó” Buenos Aires, Argentina.